La Ribagorza es una zona generosa en vestigios megalíticos. El dolmen de Seira, no muy alejado de la población, no es el único, pero si uno de los más singulares debido a su material, el granito, y no las rocas calizas con las que los hombres y mujeres de la Edad de Bronce elevaban estas estructuras funerarias hace 50.000 años.