La silueta dentada del Circo de Armeña esconde el anochecer entre las faldas agrestes del Macizo de Cotiella que acarician los 3.000 metros. La belleza de su naturaleza pelada esconde uno de los ibones más septentrionales de La Ribagorza y una zona boscosa por la que se delimitan barrancos y senderos que recorrer entre abundante flora y fauna.
Acceso natural con el valle del Chistau, pasando hacia Saravillo por la famosa Basa de la Mora, en su recorrido se percibe la tradición ganadera tanto en los pastos cargados de cabezas de ovino, caprino y bovino en verano como por las bordas que aún se utilizan por los pastores. Sus numerosas cavidades dejan una aventura abierta a la espeleología.